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Arquitectos: atelier N
- Área: 130 m²
- Año: 2023
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Fotografías:Kai Nakamura
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Este proyecto está ubicado en una zona residencial cerca de Lake Town, ciudad de Koshigaya, prefectura de Saitama. Se encuentra en un terreno en el que los arrozales siguen siendo un vestigio del pasado: y en donde se construirá un nuevo restaurante de udon. El terreno adyacente es un arrozal, al igual que el sitio original en donde se encuentra el proyecto. En primer lugar, se empezó a diseñar para aprovechar el tranquilo entorno de los arrozales. La distribución y la planta del edificio se diseñaron para que coincidieran con la forma rectangular del arrozal adyacente, haciendo que el edificio fuera alargado, de 4.5 m por 27 m de largo.
Desde el interior del proyecto se puede disfrutar de una vista completa de los campos de arroz mientras se come udon. El viento atraviesa el edificio de sur a norte, meciendo los arrozales. En cuanto a la construcción del restaurante, tratamos de evitar hacer cambios en la medida de lo posible para que fuera un edificio primitivo que pudiera completarse una vez que se ensamblara la estructura. El piso se termina aplicando un agente endurecedor de superficie al concreto básico de 400 mm de espesor y luego tallando la superficie.
Se dejaron al descubierto los cimientos, los pilares y las vigas, y se adosaron cristales a la estructura para crear un límite entre el interior y el exterior. No se realizó ningún otro trabajo. Antes del montaje, se trajo la estructura y se pintó con un tinte de aceite para repeler la lluvia. Creo que una estructura tan primitiva se ha fusionado con el paisaje de los campos de arroz vecinos, convirtiéndose en parte del lugar sin perturbar el ambiente y el paisaje tranquilo original. Alrededor del perímetro exterior del edificio cuelgan unos 300 pilares de cedro con una sección transversal de 90 mm x 3 m de largo para servir de persianas, pero estos pilares colgantes están diseñados en realidad para parecerse a cortinas noren gigantes.
Una cortina noren hecha de pilares colgantes invita a los clientes a entrar. Una vez dentro del edificio, hay un espacio abierto que difiere de la impresión que da el exterior. Delante hay campos de arroz, y se puede disfrutar del udon y del tempura que prepara el propietario. Creo que hemos creado un restaurante donde se puede comer, beber cerveza y relajarse. Se entra fácilmente desde el estacionamiento de grava, que ha sido diseñado a propósito para ser rústico y a la vez acogedor. Al entrar al restaurante se escucha el bullicio de los clientes resonando en el suelo de concreto, rodeado de olor a madera y con bellas vistas a los campos de arroz.